El primer caso documentado sobre alguien jalándole el cuello al ganso fue el de Onán en el libro del Génesis, en la Biblia. Dios lo mató por "derramar su semilla", y desde ese momento el miedo convirtió en Tabú el acto de la masturbación por todo el Occidente. Desde tiempos inmemoriales, la mayoría de los adolescentes se han sentido culpables y prefieren ocultar su preferencia por la diestra siniestra, antes de quedar como unos depravados ante la sociedad. La verdad es que todos lo hacemos, lo (...)