Trastorno Tripolar número 72. Ni la sintonía nueva, ni el espíritu de reciclaje que dominó la terapia sirvió de mucho para solventar una sesión apática . Quemados los cartuchos y las ocurrencias sólo quedó un triste final. Se hizo un llamamiento a los ángeles guardianes pero desgraciadamente no hicieron acto de presencia, recurriéndose a las habituales desgracias de incendios, accidentes aéreos y demás catástrofes. El vademecum sobre la drogaína sigue causando estupor demostrando lo mala que es pero sin (...)