Muchas religiones suelen prometer algo, casi siempre después de la muerte, cuando hay pocas probabilidades de comprobar el trato y solicitar la devolución de nuestro dinero. Los Borboritas llevaron el asunto a otro nivel con la promesa de un montón de sexo para hacerse camino al paraíso. La única fuente de información de su extraño comportamiento viene de Epifanio de Salamina, cuyo trabajo fue “apaciguar” a estos herejes. Epifanio fue quien les dio el nombre, cuyo significado puede interpretarse (...)