Con cierto retraso, aquí llega el programa de la semana pasada, mirando en todas direcciones a través de un periódico del revés, enfundado en una capa conspiradora, bajo un sombrero de ala ancha que oculte su rostro. ¿Alguna vez os hemos dicho que no nos hacemos responsables de nada de lo que sucede en nuestras vidas, y menos de las opiniones vertidas en nuestro programa, por nosotros mismos o por quién nos visita, durante las horas en las que aún brilla el sol sobre nuestras cabezas, y la espada (...)