Los Circunceliones en el siglo IV andaban rondando por caminos, casas de campo y vagabando por las ciudades para reparar injusticias y restablecer la igualdad entre los hombres. Ponían en libertad a los esclavos, absolvían a los deudores de sus créditos y liberaban a los presos de las cárceles. No había seguridad en los caminos y menos aún en las ciudades más pobladas. Su obsesión por el martirio para alcanzar el reino de dios les impulsó a darse la muerte. Unos se precipitaban desde lo alto de las (...)