"Ya cayó el telón de Acero y derribamos el muro de Berlín" cantaban los Boikot, mientras que en las calles intentamos pero no pudimos parar la implantación de las ETTs y cogía fuerza el movimiento skinhead (antifa, claro) más elegante pero también el más macarra, aunque en la prensa parecía que a los jóvenes sólo les molaba la ruta del bakalao.
España rompía 40 años de no intervención con su entrada en la apocalíptica guerra del Golfo y la humanitaria guerra de los Balcanes al ritmo de "Soldados del amor" (...)